La debacle de Cryptomines trae consigo muchas dudas sobre el futuro de los juegos nft y sobre todo del concepto click to earn. Una de las principales dudas es sobre el papel que ha jugado el oráculo en todo esto.
No voy a profundizar en el desastre ocurrido con Cryptomines ya que el jefe de esta barranca lo analizó con mucho criterio en su artículo sobre la muerte de Cryptomines editado ayer mismo. Pero si me apetece mucho reflexionar sobre el concepto de oráculo y el papel que ha jugado en todo este proceso. Y también, por qué no, sobre el futuro de esta herramienta.
¿Qué era el oráculo nft en un juego play to earn?
Teóricamente el oráculo llegaba a los juegos nft para solucionar uno de los problemas más graves que se plantean inicialmente: a medida que sube el valor de un activo entrar al juego resulta cada vez más caro.
Lo que el oráculo proponía era mantener un precio estable a partir de un sistema algorítmico que relacionaba el valor del token con el valor del dólar estadounidense para evitar que aumentará el precio de entrada al juego. Esto se traducía en dos consecuencias:
- Cuando el valor del token subía el tamaño de recompensa bajaba en token, pero se mantenía en valor de dólares
- Cuando el tamaño de recompensa bajaba, los precios de entrada al juego se ajustaban a dicho tamaño para mantener el mismo valor en dólares
O sea, en un mundo perfecto de la piruleta nosotros siempre pagaríamos la misma cantidad de dinero para entrar y recibiríamos la misma recompensa invariablemente independientemente del valor del activo.
Esto se puso en práctica por primera vez de manera masiva con Cryptomines y en general todo el mundo aplaudió hasta con las orejas la idea. Pero esta teoría fantástica del mundo de algodón de azúcar escondía una trampa mortal.
¿Cuál es la trampa que esconde un óraculo en un juego nft?
Bueno, seamos honestos, hay más de una trampa en este tipo de funcionamiento. La primera es negar la mayor: hoy por hoy un juego para ganar dinero de estas características es un sistema de fundamentos piramidales. Nos puede gustar más o menos, pero es la realidad.
Estoy convencido que con el paso del tiempo vamos realmente a encontrar sistemas sostenibles y economías cada vez más duraderas. De hecho, puede ser que en el nuevo proyecto de los desarrolladores de Cryptomines encontramos algunas respuestas en este sentido. Pero, hasta el momento ese es el modelo económico nos movemos.
Dicho lo cual y si se te ha pasado ya la crisis nerviosa por escuchar que participas en sistemas piramidales, analicemos juntos la trampa del oráculo.
Primera trampa
Un sistema piramidal necesita de dos cosas:
- Nueva entrada de dinero
- Reinversión del cliente cautivo
Mientras el sistema se mantiene en tendencia alcista la nueva entrada de dinero no suele ser un problema. Además, como la imagen es que pase lo que pase tú siempre pagarás lo mismo para entrar, esto resulta realmente atractivo y eficaz.
La reinversión es otra cosa. En un sistema en el que el activo va evolucionando en tendencia alcista existe una parte muy importante de gente que directamente no reclama su recompensa, sino que las almacena en espera de continuar aumentando su valor. O, en el mejor de los casos, compra más NFT para sacar más recompensas diarias.
Pero, recuerda pequeño padawan que a medida que el valor sube el tamaño de tu recompensa se reduce, aunque su valor teórico en dólares siga siendo el mismo. Dicho de otro modo, cada vez tendrás menos cantidad de token, aunque el mercado te diga que su valor es paritario al dólar.
Cuando esto se combina con la ambición de mantenerse en la inversión origina la figura del inversor cautivo. Una idea visual puede ser la del animalito hipnotizado por la mirada de la serpiente incapaz de tomar decisiones correctas.
El inversor cautivo ya no va a razonar. Lo más probable es que se deje llevar por el pánico ante la primera gran ola bajista a la que se enfrente. Verá que los activos que acumula o el valor de sus nfts ha bajado de tal manera que se agarra a cualquier tipo de pequeño beneficio o no perdida. Y, posteriormente, preferiría salir en perdida.
Segunda trampa
El oráculo no funciona en un modelo decreciente de valores de los activos. El problema es que todos nos subimos a surfear una ola alcista y pocos se atrevieron a criticar lo que parecía una herramienta mágica. Aunque no me gusta decir lo dije, la verdad es que lo dije. Y, ojo, eso no me ha evitado haber quedado cautivo en este juego, no con pérdidas, pero desde luego no con las ganancias que podía haber obtenido.
El óraculo no va a funcionar tal y como está concebido hoy en día en un modelo de valor decreciente del token porque, básicamente, se va a convertir en su peor enemigo. Cuando a medida que baja el valor del activo los niveles de recompensa aumentan proporcionando cada vez más token, la liquidez y la piscina de recompensa van mermando. A esto se le debe sumar un pánico absoluto que hace que la gente deje de invertir para proceder exclusivamente a vender o reclamar de manera constante la recompensa.
Si hay alguna tormenta perfecta desde luego es esta mezcla de pánico, tendencia bajista y oráculo.
El ejemplo de Manolito y Tazas vs Plantas y el oráculo nft
Para hacerlo más fácil pondré ejemplo con un juego ficticio Plantas vs Tazas Amarillas y su token PTA.
Manolito al que un amigo de un amigo de uno que escucho a otro, le ha dicho que este juego nft te hace rico en dos semanas y decide participar cuando PTA ya ha alcanzado un respetable precio de 100 $ por activo en el mercado. Manolito entra muy contento ya que, aunque el valor del activo es alto, él puede comprar sus primeras tazas amarillas por el mismo precio que costaban cuando el juego empezó. Así que invierte 1000 $.
El primer día de juego nuestro amigo inversor gana 0,5 PTA así que está muy contento ya que ha ganado sus primeros 50 $. El segundo día el valor del activo sube hasta 200$, la recompensa de Manolito desciende hasta 0,25P TA pero, oh chorprecha, descubre que como no retiró por la limitación de 15 días su recompensa de ayer, hoy aquella recompensa vale mucho más. Es decir, ahora mismo tiene 0,75 PTA que realmente valen según el mercado 150 $.
Los siguientes días el valor continúa subiendo hasta alcanzar 1000 $. Manolito recibe como recompensa 0,1 PTA pero está encantado ya que acumula algo más de 1.5 PTAs. En tan sólo unos días ha logrado recuperar su inversión y un beneficio salvaje. Pero, los activos siguen dentro del juego.
La malvada y satánica ballena
Y de repente una malvada y satánica ballena decide meterle un sopapo al activo. No porque haya estado punpeando y especulando ya que es a lo que se dedica para ganar dinero, sino porque es muy mala persona y quiere hundir la vida de Manolito.
Cuando nuestro amigo se quiere dar cuenta y entre mensajes confusos de quien pide que se mantenga el holdeo y quien quiere salir corriendo, la gran mayoría de participantes ha salido por piernas como han podido, muchos en pérdidas. Y de repente el activo en tres días vale 10 $. La inversión de Manolito en el mejor de los casos vale 15 $ sobre los 1000 que había aportado. Vale, lo sé, es un simplificación burda, pero estoy seguro que vale para hacerse una idea.
¿Cuál es el futuro del oráculo en los juegos NFT?
Para empezar, tengo dudas de que tenga algún tipo de futuro este sistema. Ya sé que hoy en día existen muchos clones en marcha, pero alguno de ellos ya se está planteando abandonar el modelo tal y como ocurre con Cryptogodz.
Los desarrolladores de Cryptomines, a quien no les puedo poner ni un pero, están empeñados en seguir batallando con la idea y en este caso combinar el oráculo de entrada con otro oráculo sobre las recompensas que sería el que balancea la situación tanto en caso de exceso de ganancia como de pérdida. Todo ello con un sistema de tasas que, parece, se orientarían a penalizar a las grandes ballenas y la movilidad de activos fuera del propio juego.
Puede ser una solución. Pero, no deja de ser prueba y fallo. Y esto es algo fundamental ya que lo que hemos visto en estos días lo vamos a seguir viendo. Los juegos van a nacer y morir, algunos sólo en cuestión de días y celebraremos aquellos que duren meses. La decisión de entrar y salir de manera correcta va a ser determinante en la inversión para este tipo de mercado tan salvaje.
Yo sinceramente no le tengo mucha fe a los modelos de control de ningún tipo. Creo que los sistemas económicos sostenibles van a llegar por el propio desarrollo interno de los juegos, pero, también creo que la manipulación externa aun siendo posible, no es determinante en la muerte de un juego.
Quien piense que Cryptomines ha fallecido por una ballena brasileña de verdad es que o no conoce muy bien este mercado o no entiende que se trataba de un proyecto con fecha de caducidad, y que son los propios usuarios los que han liquidado el juego en una mezcla de no reinversión, exceso de ambición y pánico absoluto a las pérdidas.